El OZONO en la medicina tiene distintas y variadas aplicaciones, algunas de ellas son: ESTERILIZACIÓN Y DESODORIZACIÓN DEL AIRE EN PLANTAS DE QUEMADOS, QUIRÓFANOS, SALAS DE PREMATUROS, etc… Sistema de esterilización del dialisate por OZONO (hemodiálisis) heridas infectadas, tratamientos de piel, etc.
La segunda aplicación básica del OZONO es debido a su PROPIEDAD DE MEJORIA CIRCULATORIA que básicamente lleva a una mejora en el suministro de oxígeno a las zonas de tejidos afectados hipoxemicalmente, y en segundo lugar reactiva las capacidades de procesos de oxígeno que anteriormente fueron inadecuados o exploradas insuficientemente.
Esto se logra mediante el aumento significativo de la cantidad de sustancias desoxigenadoras que facilitan la liberación de oxígeno de la hemoglobina, siendo esto de una importancia particular para los diabéticos. Además, los peróxidos formados del OZONO y los ácidos adiposos no saturados de la sangre, similar a un catalista, aseguran una mejor utilización de oxígeno por parte del tejido.
Esto se puede ver con mucha precisión utilizando técnicas de medida, tales como analizadores de gas en la sangre, y se expresa mediante una subida significativa de la diferencia arterial/venosa de la presión parcial del oxígeno durante el tratamiento con OZONO.
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